Deseo: hacer el amor, diseñando el amor...
9:49 Posted In amor , desamor , literatura , pensamientos , poema , poesia , prosa poetica , proyecto impresiones Edit This 0 Comments »Nota previa: Para los lectores habituales ruego paciencia. Estoy afrontando un reto apasionante que llevaba mucho tiempo aguardando: relatar detalladamente en prosa poética uno de los actos más bellos que un hombre puede crear... Escribir no me está resultando fácil y voy a corregir una y otra vez, y voy a sumar tantos párrafos como me sean necesarios... ¿Por qué? ¿Para qué? Lee la
DECLARACIÓN DE INTENCIONES DEL PROYECTO "DESEO"...
Para vuestra información os comunico que, desde Quito, en Ecuador, una maravillosa mujer y artista plástica, Maribel Paz y Miño, está empezando a trabajar en los bocetos de la ilustración de cada fragmento de este escrito... El hombre escribe y la mujer dibuja... Estamos preparando un libro precioso, un tesoro. No os perdais su redacción e ilustración. Las imágenes que os muestro son, así, provisionales...
(sigue texto)
Resta la prima palma su estampa cuando escampa mi boca su impregnada alma enamorada por doquier: ser o no ser, estar y marchar, regresar y soñar… Un sueño regado de besos, patinas ensalivadas, delicadas lamidas y gráciles aspiradas se acerca a las gemelas crestas de tu exaltación. ¡Qué hermosa bienvenida! ¡Siempre me fascinas! Fáciles adobes para tan prestas y agradecidas ganas: harina y azúcares, pasteles y velas y, ¿una canción? ¡Cumple dicha feliz!
Retirada de esas fiestas, en los dinteles de otros lares mueve su ficha la peregrina avanzadilla: por la ladera de tu cintura desciende y en un giro sorprendente pilla una nalga y aprieta, suave, y espera… Y vuelve, con mansa finura da el salto y se acuesta sin pereza en la otra ala, la envuelve y como alga inquieta balancea su terneza. Después baja por el muslo, hasta la rodilla, y escala la cuesta, derecha por el interior hacia lo alto… “Vaya, que casualidad, pasaba por aquí, ¿me estrecha la mano?” “Cómo están ustedes?” “Enseguidita vuelvo…” No, no bromeo… Dicen que hasta Romeo jugó con la panacea de su careo… ¿Y? Ingle, cadera, trasero y… ¿hola? Pierna hacia el pie, volviendo por la otra y… ¿cómo va todo? Tierna es la trova, certero el estribillo, pues no irrita un pausado provocar, más bien emboba, excita… Como una ola bañando cada vez playa distinta los dedos reaparecen en tu frondoso océano después de cada cruzada: vientre, senos, espalda,… Y regresan, con iterativos denuedos mecen tu trinchera entre labiada, un légamo de fogosidad con cada marejada más jugoso… Vaya si regresan…
Torna y retorna la pleamar y con cada dosis de amasamiento se agranda la beldad de lo que siento, de lo que vivimos. Manda el corazón, ¿verdad? No lo dudes… Pero la apoteosis anda distante todavía: a, ante, bajo, cabe, con,… ¡Demasiada preposición aún por conjugar! En los planes cutáneos de mi amada no ha lugar para puntos ni afanes foráneos y en mi vocación de amarte las mejores opciones surgirán francamente, como libres albedríos, de aquello que juntos armonicemos, guiadas por la inusitada escucha de cinco sentidos que aúnan sus bríos para servirnos el gozar del sexo… Sincronicemos un sexto sentido: te amo… Apliquemos ese milagroso nexo y quizás podrán servirnos también rozar el edén… ¡Dios! ¡La gloria!
Ocho mil terminaciones nerviosas iluminan de codicia el tesoro de la vulva. Increíblemente nunca oí a un coro cantarle, ni hay canciones dedicadas en las listas de renombre… Y eso que resulta un bizcocho que vicia, una fruslería que las diosas regalaron a Afrodita para bautizarla en la feminidad. Sorprende, pues curiosamente mi relato se coloca ahora en la orilla de ese fenomenal volcán que la pillería de mis dedillos, hurgando en lo profundo de la cava, ha cubierto ya hace rato de lava vaginal. ¿La octava maravilla del mundo? ¿Por qué no?
Tentando el deseo te miro, te veo, y cato el rocío, en tu sudor, el sol abrasador, en el arrebato, la brisa, en tu respiro, … La sonrisa invade tus gestos y sin restos de desconfianza se afianza el cariño, se barniza la ternura… Y vuelvo a besarte: en la comisura de tu boca precinto mi aprecio y en el recinto interior se matiza con armiño la efervescencia de nuestro lazo. Después sellaré tu expresión: con trazo puntillista y vocación de artista moteo de querencia tu vista, tu frente, tus mejillas, tu nariz, tu…, tú… Barniz y cerillas, recio presente y diseminado dibujo…, embrujo y presencia…
Aún embelesados mis sentidos no desatienden aquello que en el murmullo demandas: sí, ahora, sí… Sin demora ni cumplidos mi cuerpo reviste al tuyo y con delicados roces ingreso con tiento en ti. Tras nuestro amoroso tónico tu holgura no se resiste, más bien invita: las bandas dilataron el pórtico y ensancharon el atajo al maravilloso atrio donde todo origen dormita. Un vaivén harmonioso acompaña a un primoroso cántico a dos voces enamoradas que con su respiración relumbran nuestra danza, la complacida expansión de dos seres… Tú y yo, yo y tú, tú y yo, … Me quieres, te amo… Me amas, te quiero… Adherida a mí preparas tu aria, afirmado en ti tramo mi romanza… Pero no, todavía no…
Limbo del placer, generosa posesión,
emociones, la hermosa pasión,
los sentidos, despiertos,
el corazón, el querer, la vida,
mi vida, mi amor
Impresiones…
Almas bañadas, besos de poeta,
pieles que cortejan, vellos enlazados,
endulzadas visiones, asociados anhelos,
destellos y nimbo, grieta y loma,…
Impresiones…
Pinceles y tejidos, recordaciones que se añejan,
velos destapados, palmas artistas,
curvadas aristas, presos y libertos, …
El Deseo…
Nos toma…
No se alcanza el doctorado sin profundizar en la tesis. Y te requiero un paréntesis: descorcharé la boca de tu contento. Será un momento. No quiero me venza el hervor. Siento que todo avanza de prisa, acaso demasiado… Ahora toca aderezo. Deja que pague arancel, deja que unte la trenza de tu deseo…
Pinta el pincel endulzado con ternura tu efusión… Curo la tentación del enjuague y rezo en ti: un culto al placer adulto, una plegaria agradecida a tus ofrendas, la confirmación de una, la nuestra, total devoción… Entonces te escucho: tu querida voz suena lejana, mas mandataria: “¿Y tú?”...
Me requieres, me suplicas costear tus prendas, un giro piensas más rentable para los dos… Y accedo, pero no sin antes escalar tu cuerpo cual roca cristalina con las picas de mil mimos y caricias… La cima está en tus labios… Y te miro, y te veo, y te siento… Sediento de refundirme contigo en ellos los abrazo con mi boca y te beso… Otra vez, y otra, y otra… Un vaso de amor colmado de suspiro y palabras tiernas: bebemos los dos juntos en un cautivador pero volátil intento de saciar la sed de tenernos… Bebemos y en el saboreo se relame lo que fuimos, lo que somos y lo que siempre seremos… Que te ame fructifica en una muy bella historia, que me ames encima… Es eso, lo que tantos quieren negar: la felicidad, la más grande ventura…
Por fin, te miro y doy el giro: por la calle del ardor mis labios ruedan despacio, perezosos. Atravieso el ombligo y emboco el valle…Travieso regreso: en lobuladas y bañadas dermis se oculta menguado el zoco del placer. Contigo voy, contigo vengo, sabios recorridos, golosos manjares y el añorado y lacio tesoro revive. Beso a beso, sorbo a sorbo, relamidos y coro… ¿sabes? Resulta tan encantador auscultar tu deseo…
Cual sardinas presas empapamos de salivosa espuma nuestros gozos. Labia de sorpresas, honores celestiales, minas de ternura, sopa de encanto, pozos de placidez… ¡Te amo tanto! Nos amamos… En la copa de tu olivo cato la sabia del árbol de la excitación, las sales de mi diosa: la acidez de un gusto inolvidable se mezcla con la dulzura de un trance notable y exclusivo. Una ración de olores se suma al festejo: ¿amor añejo? Justo abolengo para tan adorable lance, apropiado rango para tan sensitivo y animado tango.
Rozando la frontera de tu éxtasis un “ahora, vida, ahora…” reverbera con énfasis tu deseo de vaciar la exaltación que se anida en ti conmigo dentro… La pasión prepara su reto más sublime, un dueto de maravillosa conjunción… Se imprime la ilusión en el aire, en los gestos y, sobretodo, en las miradas… En las miradas… En ellas se citan preguntas y respuestas compartidas: ¿Me amas? ¿Sabes cuánto? ¡Tanto! Nos amamos… Ya no quedan restos de vanos pensamientos, en esa fiesta no caben otros asientos que aquellos que invitan a enfundar el amor que nos profesamos…
Y sigo, seguimos dejándonos llevar por esa fabulosa apuesta que supone aprender a amar siendo amado. En el ambiente nuestro sello: esa fragancia de vainilla que en los primeros compases describía mil y una sensaciones, infinitas emociones… Qué maravilla fue descubrirnos, ¿recuerdas? Enamorarnos, decorar con frases y palabras la estancia dónde íbamos a convivir eternamente, firmarnos una y otra vez en un te quiero, en un te amo, en un te adoro…
No abras… Lo sé, cariño, no necesito abrir la cerca de la memoria… Todo me acerca a ella, está labrada en cada movimiento, en cada cachito de historia, en… Sí… Y sigo, seguimos, y con un giro instintivo pero a la vez ansiado me siento encima las sábanas y te miro, tomo tus manos y te convido a subirte a un nuevo verso, a la gloria… Y tú me sigues, enlazas mi cintura con tus muslos, cazas mi reverso con tus brazos y con impaciente ternura vuelves a fijarme en ti…
Sabes bien lo que quiero, ¡verdad? ¡Siente!..., me, te… ¡Bésame! ¡Ámame! Con tus labios, con tu piel, con tus ojos, con tu cálida voz… Con mis labios, con mi piel, con mis ojos, con mi cálida voz… El friegue de nuestro enlace debe ser ahora mimoso y roncero, perezoso y lisonjero… Se fusionaron dos cuerpos y la sensación de llegar al fondo, despacito, una y otra vez, resulta una melodía perfecta para nuestro embeleso, para alargar ese beso hasta que saciemos la necesidad de impregnarnos… Dios, ¿existe forma más bella para ganarse la eternidad?
¿Luego? Ocurre sin ocurrir, en un discurrir de la romanza el tiempo nos avanza hacia el horizonte… De un lado me dejo caer y me tiendo…; y te extiendo encima mío. Monte y cima, fuego y lava… Quiero rozar el universo, ¿me guías, vida mía? Tú serás quien marque ahora la pauta, yo seré tu cómplice, tu admirador más ferviente, un astronauta en tu galaxia, … Y te acaricio allá dónde siento más agradeces, y acepto tu mirada, fija pero muy adentrada, y la devuelvo consintiendo: “Sí, mi dulce flor, lo sé… La miel rebosará pronto el tarro y te llenarás de placer, y llegarás… ¿Yo? Intento esperarte, ¿sí?”
Pinceles y tejidos, recordaciones que se añejan,
velos destapados, palmas artistas,
curvadas aristas, presos y libertos, …
El Deseo…Nos toma…
Limbo del placer, generosa posesión,
emociones, la hermosa pasión,
los sentidos, despiertos,
el corazón, el querer, la vida,
mi vida, mi amor
Emociones…
Almas bañadas, besos de poeta,
pieles que cortejan, vellos enlazados,
endulzadas visiones, asociados anhelos,
destellos y nimbo, grieta y loma,…
Impresiones…
Tu respiración se acelera, en la era de los instantes tus jadeos marcan un fastuoso antes y en toda tú se dibuja concentración. Escuchas tu cuerpo sintiendo el mío.. Qué privilegio observarte, qué suerte poder amarte… Vivimos una espera conjurada, pero el hada de la aspiración accederá esta vez y con un sortilegio bañado de flujo y simiente esparcirá nuestro gozo al unísono. Así lo deseamos, así lo anhelamos, así quizás será… Con tono silencioso en mi mente resuena ese embrujo: retengo, retengo, retengo,… Una sonrisa interna me embarga: mi preciada carga no subirá a tu barco hasta que en la megafonía no comience a resonar tu anuncio de partida…
Entonces, acontece: tus jadeos adquieren voz y en un clamor entrecortado de gritos y suspiros comienzas a celebrar el intenso y extenso placer que sientes… Ser y estar… Contigo…Me sigues mirando fijamente y con tus manos aprietas mis cabellos como si quisieras guardarte en mi esencia, como si pretendieras impedir que me fuera. No me voy, no me iré, nunca… Estoy siguiéndote… Ahora con ritmo acelerado regateo la profundidad de mi presencia… Son destellos de gran intensidad que bombean el néctar de mis genes y preparan la escena para la más gran estampida de vida…
En la arista de tu orgasmo nació el mío. Prenda por prenda… Si fui artista tu mi lienzo, si barniz tu la escultora… Nada concluía, era un comienzo más de esa leyenda que con cada lance nos lleva hacia el Edén… En el tapiz de un romance se hiló algo más que un placentero entusiasmo, se hiló una encantadora conjunción de almas, corazones y cuerpos. No existe canción que pueda reproducir sones tan perfectos, no tengo palabras, no quiero tenerlas…
Hicimos el amor, diseñamos el amor… Con la complicidad del querer la felicidad de tenernos nos llevó a la más increíble euforia… En el tío vivo de los sentidos cabalgamos y la noria de los sentimientos nos llevó hasta el olimpo. Fuiste mi diosa y yo tu credo… No puedo narrar tanta lindura. Quiero sentir… Deseo sentir ese después que se traduce en la ternura de unos besos que sellan el recuerdo, en el afecto ilustrado en el brillo de nuestras miradas, en esas sabias caricias que agradecen las sensaciones vertidas, en… Y en ese reposo profundo cimentado en el abrazo de dos cuerpos desnudos, nuestros cuerpos… ¿Y luego? Cuando dos almas se aman, cuando dos corazones convergen y dos cuerpos se atreven a diseñar el amor, cuando…, el después se transforma en siempre.
No puedo seguir narrando, no quiero,... Ssss... Deja que el silencio te transporte al recuerdo; deja que mi afonía te convide a vivir esa vida, la que metida entre pieles abriga la paz y mece el júbilo, aquel gozo que nunca se olvida… Deja que mi mutismo se traduzca en aquello que tu mismo, en aquello que tu misma sientes, sentiste o desearías sentir. No dejes nunca de causarlo, de reproducirlo o de inquirirlo. Haz el amor, diseña tu amor, por favor, por tu favor…
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